Este nuevo post, al igual que algunos otros de este blog, se basa en
la información recopilada de un artículo. Si alguno de ellos trata
sobre la enseñanza de la Guerra Civil o el uso del cine como recurso
auxiliar a la enseñanza de la Historia, en esta ocasión se trata
sobre la creación de un libro digital por alumnos de Cuarto de la
E.S.O.
Encuadrado dentro de un proyecto cooperativo y de innovación
docente, el proyecto aquí presentado se desarrolló en el I.E.S
Torre Vicens, en Lleida. Este proyecto se basó en el uso de las TIC
por parte del alumnado y del profesor para, conjuntamente, en
colaboración estrecha, organizar y redactar un pequeño libro
digital sobre un tema perteneciente a la Historia local. En este caso
concreto, la elección fue el estudio de la primera etapa del
franquismo en Lleida (1939-1959). La elección de escoger un tema de
Historia local y no de Historia general obedece, simple y llanamente,
a que los temas de Historia local apenas son tratados en los
currículos de la E.S.O y de Bachillerato.
Las ventajas de las TIC en el proceso de enseñanza/aprendizaje han
sido ya demostradas ampliamente. No me extenderé, por lo tanto,
mucho en esta cuestión. Apenas mencionar que
“Están demostradas las ventajas que aporta al proceso
de enseñanza-aprendizaje la utilización de recursos
digitales, tanto en la elaboración de un libro
digital como en otros recursos TIC, ya que permiten
desarrollar «estrategias y habilidades para trabajar las
competencias de búsqueda y tratamiento de la
información, saber acceder a la información, saber descodificarla y
comprenderla, ser capaz de reconstruirla y usarla significativamente,
saber expresar y difundir la información a través de la creación
de documentos y de medios y usar éticamente la
información” (Farran, 2013:
98).
En relación al porqué de la propuesta, básicamente la autora
señala dos objetivos. Por un lado, la idea de editar un libro es un
estimulante para el alumnado por sí sola. Por otro lado, el trabajo
cooperativo es una forma diferente de aprendizaje, que bien abordado,
tendrá mayores beneficios a nivel personal, social y educativo.
Para poder llevar con éxito este proyecto cooperativo y de
innovación, la docente estableció claramente cuáles eran los
objetivos, las competencias básicas y los contenidos que había que
alcanzar. Así, en relación con los objetivos yo destaco dos. Por un
lado, el manejo de las TIC. Por otro lado, la mejora de la
cooperación entre el alumnado. En relación con las competencias
básicas, también son dos las características a remarcar. Por un
lado, la autonomía e iniciativa personal del alumnado a la hora de
hacer la tarea. Por otro lado, la mejora en el tratamiento de la
información y en las competencias digitales. Por último, en lo que
concierne a los contenidos, apenas señalar que estos eran múltiples
y variados con el objetivo de que todos los alumnos pudiesen
desarrollar su parte de la obra sin resultar repetitiva o “pisar”
temas de los cuales sus compañeros ya se encargaban.
Importante es también mencionar la metodología, siendo el papel del
docente fundamental. Generalmente, por unas razones o por otras, el
trabajo cooperativo apenas es usado en el proceso de
aprendizaje/enseñanza de la E.S.O (tampoco en Bachillerato), por
ello es necesario que el docente establezca claramente cuáles son
las características y los objetivos a conseguir con este método, al
mismo tiempo que vigile el desarrollo de los grupos con el objetivo
de verificar si el proceso se está desarrollando correctamente o no.
Por ello, en los primeros momentos del proyecto, el profesor deberá
guiar a sus alumnos para que estos, posteriormente, puedan trabajar
de forma autónoma. No se debe olvidar que colaborar y cooperar es un
aprendizaje y como tal, debe ser entrenado y practicado
paulatinamente con el objetivo de llevarlo a cabo óptimamente.
Asimismo, la metodología se estructuró en tres niveles. En el
primer nivel, se le presentó al alumno las características básicas
del trabajo cooperativo, al tiempo que se le introdujo la herramienta
con la cual sería editado el libro. En el segundo nivel, se forman
los grupos de trabajo (de 3-4 personas) y tambiñen se escogen los
subtemas que se van a tratar. En el tercer nivel, el grupo elige un
encargado de la organización y de la coordinación del trabajo, para
posteriormente trazar un plan de trabajo, repatirse las tareas a
realizar, y establecer los parametros organizativos del grupo.
Posteriormente se especifican las actividades de los alumnos y la
actuación del profesor, todos ellos con el objetivo de que el
producto final sea lo más perfecto posible. También se definen los
criterios de evaluación a los que se someterán los trabajos. Y por
último, se concluye que :
“El trabajo cooperativo mejora el clima social del aula,
fomenta la colaboración, participación y autonomía
entre los componentes del grupo y también entre los
diferentes grupos. Mejora el aprendizaje de alumnos con
dificultades, favoreciendo la inclusión y el sentimiento de
reciprocidad. Incrementa la motivación y el interés” (Farran,
2013: 105).
Sin lugar a dudas, se trata de un proyecto de innovación docente y
de cooperación dinámico, atractivo e interesante que no tiene tanto
el objetivo del aprendizaje de una serie de conocimientos
relacionados con la Historia, sino más bien la enseñanza y el
aprendizaje por parte de los alumnos a manejar las TIC y a aprender a
trabajar de forma cooperativa y social, algo que desgraciadamente el
sistema educativo español, sea al nivel que sea, apenas fomenta y
entrena.
Bibliografía:
Farran, L. (2013). Un ejemplo de trabajo cooperativo en Ciencias Sociales: editar un libro digital. Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, nº. 73, pp. 98-105.
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