Los recortes en educación

La semana pasada María Dolores de Cospedal volvía a hacer de las suyas en una rueda de prensa. En esta ocasión la presidenta de Castilla la Mancha y secretaria general del Partido Popular, declaró, sin que se le cayese la cara de vergüenza, que los de las camisas deberían agradecer al Partido Popular que esté salvando el sistema público. El objetivo de este post será demostrar la falacia de estas declaraciones.

Lo primero que me gustaría escribir es que aquellos a los que Cospedal se refiere despectivamente como “los de las camisas” son profesionales de la educación, de la sanidad, de la administración, de Hacienda y de otros servicios públicos que no sólo han tenido que soportar numerosos recortes en sus condiciones y derechos laborales, sino también han tenido que soportar la “criminalización” de una parte de la sociedad española (esto especialmente en el caso de maestros y profesores). Considero intolerable que un representante político e institucional español se pueda dirigir en esos términos a profesionales que luchan por mantener la calidad de los servicios públicos en España a pesar de que el actual ejecutivo tiene un objetivo diametralmente opuesto con el objetivo final de acometer una privatización tanto en eduación como en sanidad, dos de los sectores que más ambiciona el neoliberalismo.

Existen varias estrategias para conseguir la privatización de los servicios públicos. Una de ellas es debilitar tanto dichos servicios que al final la sociedad considere que la empresa privada será un mejor ofertante de estos servicios. Así, la principal táctica para debilitar los servicios públicos consiste simple y llanamente en dejarles sin financiación, lo que se consigue a través de los recortes. Por consiguiente, en los siguientes párrafos analizaré, someramente, el efecto de los recortes en el sistema educativo español, demostrando que dichos recortes están poniendo en peligro el sistema de educación pública y no garantizándolo como declaró María Dolores de Cospedal.

En el artículo La privatización de la educación pública. Una tendencia en España. Un camino encubierto hacia la desigualdad, sus autores (Jose Luís Bernal Agudo y Juan Lorenzo Lacruz) denuncian algunos de los mecanismos que se están usando para realizar un traslado de fondos públicos a instituciones educativas privadas o concertadas. Entre estos mecanismos se encuentra la política de recortes aplicada en España desde el 2010. Estos recortes para los autores del estudio suponen un verdadero ataque a la educación pública, al tiempo que una vuelta a un modelo privado, elitista y segregador. De la misma opinión es el Catedrático de Economía Vinçen Navarro. Para estos tres autores la privatización de la educación produce una merma de su calidad, al tiempo que aumenta las desigualdades sociales existentes en España. Se trata, en el fondo, de implantar en el Sistema Educativo Español una ideología privatizadora y mercantilista, poniendo en marcha un amplio proceso de privatización para convertir la escuela pública en subsidiaria de la privada.

Los recortes que tanto el ejecutivo del PSOE, ese partido cuyo líder ahora propaga que aumentaría la inversión en educación al 7% del PIB, como el del PP, ese partido que dice defender el sistema público español mientras tenía todo un sistema bien organizado y estructurado de financiación ilegal, llevan practicando desde el 2010 han ido en cinco direcciones: Menos profesores, más alumnos, menos financiación, menos recursos para sustituciones, y en algunas comunidades una agresión descarada hacia la educación en el medio rural.

En el curso 2011-2012 el número de docentes descendió por primera vez desde 1990. Sin embargo, el número de alumnos aumentó. Esto provoca que a menos profesores y mayor número de alumnos, el ratio de profesor/alumno crezca de forma que se pone en riesgo la calidad de la enseñanza. Por su parte la financiación, que nunca fue un punto fuerte en la educación española (incluso en los años del bonanza económica el porcentaje del PIB invertido en educación era menor que la media de la OCDE), también ha sido reducida. Así, en el Plan de Estabilidad enviado a Bruselas por parte del ejecutivo nacional se establece que para el 2015 el porcentaje de PIB invertido en educación estará en el 3,9%. En el caso de las sustituciones también se han destinado menos recursos económicos. Así el Real Decreto-ley 14/2012 anunciaba medidas de racionalizaciónd y gasto público. En el sentido que aquí interesa este decretro ordenaba que la sustitución transitoria de profesores titulares por funcionarios interinos sólo se producirá después de diez días lectivos desde la situación que de origen a dicho nombramiento. Por último, en relación con los centros de educación rurales el ataque también ha sido de considerables proporciones. Se debe tener en consideración que la escuela pública rural es un elemento de arraigo y cultura en entornos donde las posibilidades culturales suelen ser menos abundanes en comparación con las zonas urbanas. Castilla La Mancha fue la primera comunidad en anunciar el cierre de 71 escuelas rurales. En Aragón la situación no es mucho más positiva. Según el movimiento social Marea Verde Aragón para el curso 2012-2013 se hizo una reestructuración afectando al ratio profesor/ alumnos, quedando de la siguiente forma la situación: Hasta 13 alumnos en un pueblo, habrá una sola aula con niños desde 3 a 12 años (hasta ahora eran 10, supone un aumento del 30%); Hasta 28 alumnos, 2 aulas de niños desde 3 a 12 años (hasta ahora eran 22, aumenta un 27%); Hasta 47 alumnos, 3 aulas desde niños de 3 a 12 años (hasta ahora eran 37, aumenta un 27%). 

Los recortes en educación en particular y el proceso de privatización en general mermarán la calidad de la educación en España en el futuro. ¿En qué medida? Ahora mismo es imposible responder a esa pregunta ya que no existen estudios longitudinales y comparativos que nos puedan dar información al respecto. Sin embargo, en otros países, como ha sido el caso de Suecia, también se produjo una privatización del sistema educativo similar a la que está sucediendo ahora en España. Las escuelas públicas pasaron a estar gestionadas por compañías privadas, mientras que las familias podían escoger el centro educativo de sus hijos, promocionándose la educación privada.

En el informe PISA del año 2000, el nivel de comprensión de lectura, matemáricas y ciencias de Suecia estuvo por encima de la media de la OCDE. No obstante, en el 2009, en matemáticas y ciencias los niveles de los alumnos suecos se mostraron por debajo de la media de la OCDE. El modelo publico-privado que se había puesto en marcha en 2006 produjo una merma de la calidad educativa, creando dos tipos de centros. Los exclusivos para las élites, de carácter privado pero que recibían fondos públicos y que contaban con todo tipo de recursos para garantizar el éxito de sus alumnos. Y por otro lado, estaba el resto, unos centros con recursos mermados debido al traspaso de la financiación pública a los centros privados.

Después de ver toda la batería de recortes, que insisto, sólo es uno de los múltiples mecanismos existentes en el proceso de privatización de la educación en España, está claro que ni “los de las camisas”, ni la sociedad en general le debe pleitesía o gratitud al PP por salvar al sistema público. Más aún, es todo lo contrario. Si España sigue teniendo un sistema público de calidad, aunque cada vez menos, es gracias a los profesionales que trabajan en él y a todos aquellos que financiamos con nuestros impuestos los servicios públicos y no aquellos que llevaban una doble contabilidad y cobraban sobresuelos o aquellos que tenían diferentes SICAVs y defraudaban al fisco español, aunque sean estos últimos los que se lleven los homenajes cuando fallecen.

Tampoco me gustaría acabar este artículo sin recordar que la acción de algunos partidos políticos, especialmente aquellos que están en posiciones de poder y responsabilidad, no se debe a que sean inútiles o simplemente perversos. Sus acciones obedecen a decisiones muy racionales y que van en beneficio de las clases dominantes, a las cuales ellos representan. Así, el deterioro de los servicios públicos se debe a un plan para que estas clases dominantes puedan imponer (aún más) su hegemonía sobre las clases subordinadas. En este proceso, que es diseñado por la burguesía española, llevada a cabo por los partidos representantes de ésta, los medios de comunicación tienen un gran papel para convencer a la mayoría de la población sobre la necesidad de poner en marcha un nuevo paradigma donde el poder del Estado sea cada vez menor y el poder de las grandes corporaciones sea cada vez más grande.

Si queremos evitar la privatización de la educación será necesario exigir y trabajar para obtener un modelo educativo alternativo, lejos del ideal emprendedor-individualista que se está imponiendo en la actualidad en el sistema educativo español. Pero además también será necesario englobar esta lucha en una lucha más general contra los recortes y un cambio radical en la estructura y en la superestructura.

Bibliografía: 

Bernal Agudo, J.L., Lorenzo Lacruz, J. (2012). La privatización de la educación pública. Una tendencia en España. Un camino encubierto hacia la desigualdad. Profesorado. Revista de curriculum y formación del profesorado, 16, nº.3, pp. 82-109. 

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Sanchís, L. (2 de octubre de 2014). Cospedal, a las mareas: "Los de las camisetas igual nos agradecen haber salvado el sistema público". El diario.es. Recuperado de: http://www.eldiario.es/politica/Cospedal-zancadillas-PSOE-Canete PP_0_309369870.html